Los fármacos, también conocidos como medicamentos, son sustancias químicas diseñadas para prevenir, tratar o curar enfermedades o trastornos en el cuerpo humano.
Existen diversas vías de administración de los fármacos, incluyendo:
Oral: administración a través de la boca, como comprimidos, cápsulas o líquidos.
Parenteral: administración a través de inyección, que puede ser intravenosa, intramuscular, subcutánea, intradérmica o intratecal.
tópica: aplicación directa sobre la piel, como cremas, lociones o parches.
Inhalatoria: administración a través de los pulmones, como aerosoles o inhaladores.
Rectal: administración a través del recto, como supositorios.
Oftálmica: administración a través de los ojos, como gotas.
La eliminación de los fármacos del cuerpo puede ocurrir de varias maneras, incluyendo la excreción renal (a través de la orina), excreción biliar (a través de la bilis), exhalación pulmonar (a través del aire expirado) y metabolismo hepático (a través del hígado).
El tiempo que tarda un fármaco en eliminarse del cuerpo depende de varios factores, como la dosis, la vía de administración y las características individuales del paciente.